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Hatos ganaderos han desaparecido porque hacendados están dedicando sus tierras a la extracción del mineral |

EL VALLE, Hato Mayor.- La explotación sin ningún tipo de regulación estatal de las minas de ámbar pasó a ser el principal eje de la economía en el agrícola municipio de El Valle, provincia Hato Mayor, donde cientos de personas cavan la tierra en busca de piedras o pepitas del precioso vegetal.

Los pequeños hatos ganaderos han desaparecido, porque los hacendados también han dedicados sus predios a la excavaciones en busca del mineral, mientras que los obreros que laboraban en las empresas productoras de palma africana han ido dejando las labores para correr detrás de las pepitas de ámbar y mejorar su situación económica y de vida.

La comercialización de las piezas extraídas está concentrada en mano de comerciantes de nacionalidad China, que se han establecido en la zona con el sólo propósito de comprar o adquirir las distintas variedades de ámbar.
La mano de obra en los campos agrícolas y las empresas productoras de palma africana se han mudado para las minas de yacimientos de la preciosa piedra de resigna de árbol.

Las zonas donde más se registran minas con placas extensas son las secciones San Rafael, Arenita, Yanigua, Río Chiquito, Loma de Caballo, El Brinco, El Cabao y otras al sur, oeste y Este del agrícola municipio, de unos 9 mil habitantes.
El más codiciado es el ámbar azul, seguido del rojo y el amarillo, pero cuando están fosilizados el valor aumenta.
Una onza del azul es comprada por los inversionistas chinos hasta por 40 mil pesos, pero si esta fosilizado entonces cuesta entre 70 a 75 mil pesos la onza.
El agricultor José Caraballo sacó una piedra con un peso de libra y cuarta y recibió RD$ 1.6 millones de manos de los inversionistas chinos.
Amable Nolasco, coordinador de la escuela de Artesanía de El Valle, aseguró que el boom que ha alcanzado la extracción de ámbar ha disparado el bienestar de muchas familias y diezmado la delincuencia, debido a que todo el mundo ha corrido a las minas a trabajar.
Pidió al Ayuntamiento Municipal de El Valle hacer valer la Ley 64-00 de Impacto Medio Ambiental y cobre los impuestos que le corresponde a los propietarios de minas y arrendatarios de terrenos minados de ámbar.
En la mina de la comunidad de El Cabao, distantes a seis kilómetros al sur de El Valle, laboran cavando túneles más de 200 hombres.
Hay una mina en la comunidad de San Rafael, a la altura del kilómetro 26 de la carretera Hato Mayor-El Valle que solo laboran mujeres.
Unas 32 mujeres pasan hasta 10 horas cavando y durante la noche tienen turno de vigilancia, porque el apetito por el ámbar también ha servido para que “vivos” asalten los laberintos y carguen durante la noche con piedras de ámbar para venderla en el mercado negro.Mercado negro
El ámbar ha cambiado y mejorado tanto la economía de El Valle, que hasta la forma de vestir, beber, comer fiestear se hacen pomposamente, mientras muchos que andaban en motores, ya hoy andan en carros y yipetas caras.
Quienes controlan el mercado negro se pasean de mina en mina buscando a vendedores, que uno quieren llegar al pueblo, para evitar ser atracado.
Recientemente delincuentes atracaron comprador de ámbar William de Jesús López, de 41 años y le llevaron un millón 200 mil pesos, hecho registrado en la comunidad de El Cabao, a seis kilómetros al sur de El Valle, donde se asegura hay varias minas de ámbar azul.